jueves, 10 de julio de 2014

Estructuras británicas

Durante el reciente viaje a Inglaterra pude volver a ver algunas estructuras que ya conocía y otras que me sorprendieron.

























London Eye
El Ojo de Londres también conocida como la Noria del Milenio por haber sido abierta al público en el año 2000, fue, por aquel entonces, la mayor noria del mundo. Su ubicación no estuvo exenta de críticas y también se ha visto envuelta en polémicas financieras. En varias ocasiones se había anunciado su desmantelamiento, pero la noria sigue allí, formando parte del skyline londinense.


La enorme rueda de 135 m de altura posee unos radios interiores como los de una bicicleta y se sustenta por dos enormes patas en forma de A con un peso de 310 t. En su perímetro se alinean 32 cápsulas acristaladas para 25 pasajeros con una longitud de 8 metros que dan una vuelta completa cada media hora.


Aunque el precio es elevado y, en ocasiones, las colas son largas, sin embargo, las vistas de la ciudad son inmejorables, pudiéndose ver hasta 40 km a la redonda. Desde que se inauguró, casi siempre que he visitado Londres, he tenido la oportunidad de subir al London Eye, y en esta última ocasión tuve la fortuna de no hacer cola, ya que subimos en la última cabina del día y ya no quedaba nadie. Además las vistas del atardecer eran espectaculares, tal y como mostré en un post anterior.

La cúpula del British Museum
La cubierta de vidrio y acero de Norman Foster recuperó un espacio cerrado al público: el patio central del Museo Británico.



A pesar de las 420 t la estructura en forma de malla es de una ligereza visual que junto a la matizada luz que penetra desde el exterior invita al visitante a moverse entre las salas atravesando o deteniéndose en el patio central.

La renovada estación de King's Cross
Una estructura parecida cubre el nuevo vestíbulo de la estación de King's Cross. Otro ejemplo de como entrelazar la tradición con la modernidad.


El diseño se debe al estudio británico de John McAslan. La retícula se apoya en una estructura central en forma de árbol que se despliega hacia todo el perímetro sin apoyos intermedios.


Mientras otros se hacían fotos en el cercano andén 9 3/4 de Harry Potter, yo disfrutaba del armazón de acero y vidrio tornasolado que cubría la estación. Espectacular es el contraste con el ladrillo de los edificios restaurados. Se aprovechó para restaurar el ala norte que fue destruida durante los bombardeos de la II GM y que ha sido reconstruida según el diseño original.

El puente matemático de Cambridge
Si pasean en barca por el río Cam puede que pasen bajo este singular puente, y que el "punter" les explique una historia que, amparada por la figura de Isaac Newton, acabe adquiriendo la verosimilitud de las historias reales.


Cuenta la leyenda que este puente lo diseñó Isaac Newton y que, gracias a su ingenio, pudo construirlo sin necesitar clavos, tuercas ni tornillos. El puente desafiaba a la propia gravedad newtoniana. Unos estudiantes lo desmontaron para recrearlo posteriormente y entonces sí que tuvieron que utilizar los elementos de unión que lo mantiene en pie.
Hasta aquí lo que te explican, lo que no cuentan es que este puente se construyó por primera vez en 1749 mientras que Newton murió en 1727. Los verdaderos artífices del puente fueron William Etheridge como diseñador y James Essex como constructor. El diseño original ya incluía tuercas y tornillos. Si bien tiene la particularidad de que las juntas están lo suficientemente escondidas como para que parezca que las tablas se mantienen por sí solas. La autentica originalidad de este puente reside en que una serie de tablas rectas acaban formando un precioso arco.
Lo único que se salva de la leyenda es que sí que ha sido reconstruido, y un par de veces: en 1866 y 1905, pero respetando el diseño original.
En la próxima ocasión que pasen bajo el puente matemático y que alguien les quiera explicar un cuento, les propongo esta otra historia: el puente bajo el que vamos a pasar es el puente de los mentirosos, cuando alguien que cuenta una mentira pasa por debajo (y dado que el puente carece de remaches) éste se viene abajo. Entonces, por miedo a que se desfonde admitirán la falsedad de la historia. ¿Pero qué pasará cuando lleguemos a su altura? Pues que el puente se hundirá, ya que los puentes de mentirosos no existen. ¿O tal vez sí?

El desaparecido West Pier de Brighton
Cuando visitas Brighton no puedes dejar de sorprenderte que rompiendo la monotonía de la playa exista una estructura apuntalada en el mar y que se encuentra en un estado ruinoso. ¿Qué es?


Se trata de lo que queda de un antiguo muelle que tras su abandono, tormentas y un par de incendios, ha acabado en un esqueleto de madera que milagrosamente aún se mantiene en pie.
El West Pier se inauguró en 1866. Tenía una longitud de 340 m. y se sustentaba por numerosas columnas de hierro fundido que se anclaban en el fondo del mar. Es posible encontrar en Internet fotografías en la época de máximo esplendor:


Sin embargo, en 1975, al no encontrar comprador, acabó cerrándose por el alto coste del mantenimiento. En diciembre de 2002 una fuerte tormenta provocó graves desperfectos en la estructura. Cayó la pasarela que conectaba la sala de conciertos con el pabellón.


En 2003, dos incendios, producidos en extrañas circunstancias, acabaron por destruir los edificios que aún quedaban en pie.

El resultado es el que ahora podemos ver. Existe un proyecto de construcción de una torre mirador, pero mientras tanto el viejo muelle se resiste a desaparecer y, como un fantasma del pasado, aparece en las fotos de la playa de Brighton.


 Más información: El esqueleto del West Pier

2 comentarios:

  1. Mi hermana vive en Brighton y cuando fui a verla, me encantaron las ruinas del pier en medio del mar! :-)
    Muy cerca de allí hay un restaurante de "ópera": algunas mesas simulan pequeños palcos y mientras comes hay una mujer que va cantando, me encantó!

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    1. Es cierto Eli que en ocasiones las ruinas acaban teniendo un no sé que que las hace atractivas, sobre todo para hacerles fotos, y esto es lo que le ha pasado a este muelle.
      También me sorprendió que mientras desayunábamos a pie de playa en el bar de al lado había una chica cantando, no me fijé en lo de los palcos por lo que no sé si es a lo que te refieres, pero en cualquier caso el frente de mar está siempre muy animado.
      Gracias por tu comentario Eli
      Besos

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