domingo, 14 de noviembre de 2010

L´Hortet y té en Ochiai

Ayer teníamos unos recados que hacer por la zona de las ramblas. Así que aprovechamos para ir a comer a l´Hortet que siempre es un buen sitio para nosotros.
Una buena razón es porque Enrique es vegetariano y así vamos ya directos a un lugar donde no hay que estar pendientes de mirar y remirar la carta. Es uno de los vegetarianos pioneros de Barcelona y su excelente ubicación, cerca de la Rambla de las Flores, lo hacen uno de nuestros favoritos.





El ambiente es tranquilo y acogedor, nada de gente hablando en voz alta, que es algo que no soporto en los restaurantes y que sucede con demasiada frecuencia. Lo cierto es que cuando llegamos ya estaba lleno (o reservado) y eso que solo era la una y media.

Después habíamos quedado con nuestra amiga T en la pastelería Ochiai, que es la única pastelería japonesa de Barcelona. Ya hemos ido alguna que otra vez a tomar un té y comprar algunas de las delicias que tienen.
El local no es excesivamente grande, pero está bien aprovechado, tiene dos niveles, en el primero está la pastelería, y un poco mas al fondo, tras bajar tres o cuatro escalones, hay una pequeña zona de mesitas. Éste es otro lugar para estar tranquilo tomando un té y disfrutar de algo dulce y rico. Nosotros pedimos un té de frutos rojos que en otra ocasión ya nos gustó mucho y Enrique pidió, además, un mochi de té verde. Nuestra amiga T se tomó un batido de te verde acompañando la bolita de pasta de arroz y rellena de mouse del mismo sabor. Yo, la verdad es que no tenia hambre y, tuve más que suficiente con el té. Por cierto, también tienen earl grey y, por supuesto, té verde matcha.



 

Pasamos un rato muy agradable charlando y, para seguir recordándolo, Enrique se compró dos pastelitos para la comida de hoy domingo que nos envolvieron con una cajita que parecía un origami (mmm! a ver si me deja probar un cachito)


4 comentarios:

  1. Mi primera y única visita a Ochiai tuvo que ser la peor de la historia. Después de años (literalmente) oyendo hablar del sitio, cuando por fin me acerqué resultó que apenas encontré dulces japoneses (¡en cambio tenían un montón de croissants!) y los pocos que había tenían pinta de llevar días ahí. No sé, salí igual que entré y sin ganas de volver, pero sigo viendo en blogs y eso que a la gente le gusta y encuentra cosas... Desde luego los pastelitos de Enrique tienen una pinta deliciosa.

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  2. Ostras, que mala pata, pero pasa, claro que si, en una pasteleria o en un restaurante, quiza sea una cuestión de un mal dia o vete a saber.
    Bueno, si te animas a volver, espero que no suceda lo mismo.Mira ahora mismo, me dice Enrique que la primera vez que fuimos, no había mochis que es por lo que habíamos ido y lo demás se estaba acabando, ya ni me acordaba.

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  3. Estos dulces japoneses son dignos de hacerlos en pendiente! ;)

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  4. Jajaja, sí, no estaría mal verlos en las orejas de Ángeles, pero prefiero hincarles el diente.

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