martes, 7 de diciembre de 2010

Museo Nacional Arqueológico de Tarragona

Al día siguiente nos dirigimos muy temprano hacia el museo de Arqueología. Empezamos por la planta -1 donde pudimos contemplar una parte de la muralla que se conserva en el interior del museo.


También en esa planta encontramos una selección de epigrafías y algunas estatuas.


Luego pudimos ver un audiovisual muy interesante de 14 minutos que fue lo que dio título a nuestra primera entrada sobre Tárraco. Durante la proyección nos explicaron, una vez más, la distribución de la antigua ciudad romana.
A continuación nos dirigimos en ascensor hasta la planta 2 y fuimos descendiendo. Allí nos encontramos con una sala preciosa llena de estatuas y con una iluminación muy cálida.



Pronto descubrimos los primeros mosaicos, siendo el más espectacular el Mosaico de los peces, con 47 representaciones de la fauna marina mediterránea.


Descendimos a la planta 1 donde se encuentran los objetos de uso cotidiano. La pieza más conocida es la muñeca articulada de marfil encontrada en la tumba de una niña.


Pero son muchos los objetos que alberga esta sala, relacionados con todo tipo de actividades: comercio, aderezo personal, hábitos alimentarios, etc.



Descendiendo una planta más nos encontramos con la arquitectura romana y los mosaicos, destacando entre todos el famoso mosaico de la Medusa.


De ahí nos dirigimos ya hacia la salida. Lo cierto es que disfrutamos mucho durante las 2 horas que duró la visita pues el museo está organizado por temas con piezas interesantes y con la justa información para que no salgas sobresaturado.
Para reponer fuerzas fuimos a comer a una pizzería que había escogido Ángeles. El restaurante era il Pastificcio y estaba situado en la Rambla Nova, muy cerca del balcón del Mediterráneo. El camarero nos advirtió al pedir que las raciones eran grandes y las fotos dan fe de ello.






No solo fue abundante si no que muy rico. Todo tenía un sabor muy intenso. La pena es que no nos quedaba hueco para los postres.

2 comentarios:

  1. Aaahhh, aquí no he estado. Y la comida tiene una pinta riquísima.

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  2. Hacía tiempo que no comíamos tanto, si no hubiera estado tan bueno no hubiéramos sido capaces de acabárnoslo. Nunca habíamos ido a esta cadena de restaurantes y hemos descubierto que en Terrassa hay otro. Cuando volvamos a Terrassa lo probaremos a ver si comemos igual de bien.
    Besos

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